Hoy se celebra el día de Todos los Santos...

Escrito el 31 de octubre de 2014

Hoy se celebra el día de Todos los Santos...

Me llama la atención que haya tantas formas de celebrar lo mismo y de tan diferentes maneras, aunque entiendo que todo está encaminado a fomentar el consumismo, algo que poco o nada tiene que ver con mis propios ideales; pero que tengo que asumir y respetar porque así consta en la lista de principios que entiendo tan justos como necesarios para poder convivir en armonía con todo aquello que me rodea.

Ahora, con los tiempos que corren, en vez de referirse al día de Todos los Santos, en España, la mayoría de las personas prefiere decir Halloween, una tradición, que, entre otras cosas, consiste en festejar por todo lo alto… incluido la forma de vestir, pues, quienes participan se disfrazan haciendo que las cosas relacionadas con la muerte adquieran un tono humorístico; algo que a mi corto entender, va dirigido a la comercialización de trajes, artículos festivos y flores para, según los promotores: rendir culto a los difuntos. Está visto y comprobado que lo americano vende mucho en cualquier parte y, es por ese motivo que, los astutos comerciantes conviertan las costumbres en obligaciones con el único afán del propio beneficio personal a través de las recaudaciones. Esta es una de las formas.

Otro de los recursos utilizados por los que promueven y se enriquecen a consta de las personas que permiten que consumismo campe a sus anchas o libre albedrío, consiste en la oferta de flores y adornos para acompañar esos días a los difuntos y engalanar los cementerios, llenándose esos días de todo tipo de personajes, unos para que les vean que se acuerdan de sus familiares fallecidos, llevándoles las mejores flores y, sin embargo, durante el resto del año no aparecen por allí…

Aquí, donde resido ahora, además, en las pastelerías confeccionan Huesitos de Santos, según ellos para conservar una receta y costumbre tradicionales y, según yo: es evidente cuál es la verdadera intención. En fin, allá cada cuál con su Vida y forma de vivirla; ya que, al fin y al cabo: es su problema…

Pero si hay algo que detesto por encima de cualquier cosa, con respecto a este tema, es el hecho de que durante esos días, los alrededores de los cementerios se conviertan en una especie de mercadillo, ya que con ello fomentan incluso el robo de las flores.

Aún recuerdo, con nostalgia, aquellos días de difuntos en mi infancia, donde todo consistía en que los adultos acudían el día anterior a adecentar el cementerio, poner lindas flores, acompañar durante unas horas a sus difuntos y por la tarde convertir la festividad en una reunión de familiares, vecinos y amigos en plena naturaleza, ya que nosotros vivíamos a las afueras de la ciudad y a partir de nuestras casas todo era terreno adehesado donde abundaban las retamas, tomillares, cantuesos y lavandas. Y, mientras que los adultos se afanaban en preparar una fogata a base de retamas y tomillos, los muchachos no hacíamos otra cosa que jugar y, cuando el fuego se convertía en ascuas, echaban las castañas, allí llamadas calbotes, las asaban y, luego, estas eran arropadas durante unos minutos con ramas de lavandas con el fin que se ablandasen y aromatizasen al mismo tiempo. Todavía me quedan gratos recuerdos de su delicioso sabor, de la unión que había entre los vecinos y amigos, ya que, al final se hacía una merienda-cena en compañía de niños y adultos. Donde, entre otras cosas, nos hacían comprender lo importante que es mantener los lazos con las personas: era tal la unión que parecíamos una gran familia. Eso, hoy en día, por desgracia, se ha perdido: ahora solo interesa el individualismo y el interés económico.

La verdad es que prefiero seguir recordando el día de los difuntos como cuando era niño y, estos días, recuerdo con inmenso cariño a aquellos que formaron parte de mi Vida, y que hoy, a pesar de que son difuntos, al igual que todos los días del año: me acompañan siempre a través del pensamiento.

¡Va por ellos este escrito!, en el que expreso mis sentimientos y desacuerdos con respecto a la celebración del que para mí ha sido, es y será el día de Todos los Santos.