Escrito el 26 de mayo de 2013
Me parece bochornoso que en la situación que nos
encontramos al menos 6 millones de parados que digan que para salir de la
crisis haya que recortar en Sanidad, Educación... y, en cambio, permitan estos disparatados
festejos donde uno de los premios consta de 400 mil euros. Pero ¿en qué país
vivimos? Entiendo que si hay que apretarse el cinturón estas cosas deberían ser
las primeras en dejar de festejar ya que no creo que esté España como para
tirar cohetes, o es otra parrafada de esas a las que nos tienen acostumbrados
(vacunas, vacas locas, gripes, sida...) me parece una aberración que sufrimos
quienes hemos perdido no solo el trabajo, sino también el poder adquisitivo y
me temo que como sigamos así perderemos la capacidad de sobrevivir mientras
que el
divierte tirando cohetes y viviendo por todo lo alto. Con lo del macro
botellón pasa otro tanto de lo mismo y no creo que así podamos demostrar al
resto de Europa si nuestra lamentable recesión económica es real o fingida
porque al final nuestros actos como españoles frente al mundo son incoherentes
con lo que manifestamos y daremos pie a que pasen de nosotros alegando que
somos un país que vive por encima de sus posibilidades y que cuando la UE dice que hay que recortar no
es compatible con ponerse a tirar por la ventana el poco dinero, que según ellos, los que nos gobiernan, hay para
sacar el país adelante, pero que por las noticias todos sabemos los millones y
millones de euros que se están llevando a paraísos fiscales estos sinvergüenzas que se supone accedieron al
cargo como consecuencia de hacernos creer que serían quienes nos representarían
y se encargarían de mantener el bienestar social que habíamos alcanzado tras el
esfuerzo de quienes en su día no les importó incluso morir por defender sus
ideales en beneficio de la sociedad.
A día de
hoy, estos sinvergüenzas juegan con ventaja, ya que, incluso en el hipotético
caso de vernos obligados a tener que robar para comer, el castigo también será
diferente porque hasta para eso se benefician por el hecho pertenecer a
distinta clase social. Eso, a mi entender es algo injusto, ya que, el que
roba es un ladrón y como tal debería de
dejar de contar de privilegios y
aquellos que no cumplan ni respeten las leyes tampoco hay que aplicarles las
que les beneficien. Ya solo me faltaría que ahora, alguno me corrigiese
diciendo que no respeto las normas gramaticales. Después de contemplar cómo
vivimos en un mundo dónde casi nadie respeta leyes ni normas.
Reconozco que yo también lo encontré un sinsentido en su momento, Francisco. Había gente que pasaba hambre, que no tenía ni lo justo para mantener a su familia y miles y miles de euros se quemaban en las piras de las fallas. Comprendo que es una fiesta muy arraigada en el pueblo valenciano y que quitársela hubiera sido para ellos muy doloroso, pero si hay que apretarse el cinturón un tiempo, tal despilfarro parece un contrasentido. Igualmente podría haberse dicho de otros tantos festejos en los que, en plena crisis, se hiceron gastos elevadísmos. Un poco de solidaridad y haber repartido ese dinero entre los que lo necesitaban hubiera sido un gran ejemplo.
ResponderEliminarBuena reflexión :)
¡Un abrazo!