Escrito en 2013
Poder es querer...
Ayer, después de sacar a mi mascota a pasear y de ir
a buscar el pan, acudí al centro Miranda
Este, pues tenía citación con el médico de cabecera, una consulta rutinaria sin
más. Ocurrió algo que me llamó la atención. Frente a mí se encontraban dos
señoras, de unos 60 años, la madre y de unos 40, la hija. Salió el Dr. para
nombrar a los citados y el orden de visita.
—¿Me ha
llamado usted, antes? —inquirió la de más edad.
—No sé,
¿cómo se llama usted?
—María,
xxx, xxx, tengo cita para las 12:00h.
—Pues lo
siento, pero aquí no aparece su nombre —respondió el joven doctor.
—¡Cómo qué
no! —exclamó la más joven elevando un tono su voz, ¿está usted llamando embustera
a mi madre?
—No, para
nada señora. Le estoy diciendo que aquí no aparece el nombre de ella.
—Le vuelvo a
decir…, que ayer mismo llamé y le dieron la cita para hoy.
—Bien,
quiero que entienda usted, que yo no soy el que da las citaciones.
—¿Y qué
quiere que haga?
—Lo único
que le puedo aconsejar, es que baje al mostrador y le indique a quien le
atienda que le he dicho que la cite para hoy, es todo cuanto puedo hacer.
Diez minutos después, ha regresado la hija y, justo
en ese instante, el facultativo le ha indicado: «María, pase usted ahora».
Lo que me ha llamado la atención: es que cuando se
quiere, se puede conseguir todo y que es tan sencillo como el hecho de tener
buenas intenciones y, palabras; ya que, el diálogo es, sin duda alguna, el
mejor de los caminos a seguir.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminar¡¿Vaya, aún vives?!
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