Desde mi ventana… por Derecho…

Escrito el día 9 de noviembre de 2015

Vaya por delante que el hecho de no creer a pies juntillas lo que transmiten y suscitan las diferentes religiones y grupos políticos, no conlleva implícito el desmerecimiento de todas las personas que forman parte de cualquiera de las citadas instituciones; ya que, a día de hoy, continúo creyendo en las personas… Y, es por ello, que: entiendo que antes de que estas lograsen alcanzar el objetivo fijado, al igual que cuando tengan que ceder el cargo a quienes vengan detrás, eran y seguirán siendo personas…

Escribo desde el sosiego que me transmite el lugar donde me hallo, y que no es otro que sentado en uno de los bancos de madera que hay bajo el cobertizo que está en las inmediaciones donde coinciden el río Bayas y el Ebro; bolígrafo en mano y apoyando un par de cuartillas sobre una de mis rodillas: escribo desde la paz que insufla en mí el hecho de haber amanecido un día tan calmado como triste, donde el alegre trinar de los pájaros me anima a narrar todo cuanto hay a mi alrededor. Hoy, a diferencia de otros días, el transito humano es inexistente, la tranquilidad que transmite el susurro del agua es tan alentador como el silencio de las fábricas y la ausencia del viento. Y, dicho esto, desde aquí, Desde mi ventana… por Derecho, decirle a las personas cuya ambición les ha conducido hasta alcanzar la meta que en su día se fijaron, osea, a quienes lideran religiones y países a capricho y merced de quienes solo miran por y para ellos, es decir, a los que ostentan el Poder:

• Que ha llegado la hora de la verdad, que hay que demostrar que el ser humano ha comprendido cual es el misterio que oculta la Vida en su interlineado.
• ¡Qué ya está bien!, que dejen de perder el tiempo y emplear los recursos en inculcar a la juventud las tergiversadas historias que constan en los Anales.
• Que ha llegado la hora de hacer algo productivo tanto por la Humanidad como por el medio donde nos movemos o desarrollamos.
• Que instruyan a los jóvenes con vistas al futuro, quiero decir, pensando en ellos y en las generaciones venideras.
• Que se emplee el dinero en infraestructuras que sirvan para solventar los graves problemas que se avecinan, tal y como es el caso de la escasez de agua, alimentos y espacio, en el caso de que el crecimiento demográfico continúe haciéndolo al ritmo actual.
• Que se dejen de condenar las dictaduras, atrocidades… cometidas por otras personas en otros tiempos.
• Que se quiten la venda que su ambición les ha impuesto y sean conscientes de que lo que critican y condenan es precisamente lo mismo que están haciendo ellos por permitírselo a quienes lo están llevando a cabo en la actualidad por el hecho de la inactividad y el silencio.

Y, al resto de personas, a los que dan a entender que están ciegos, sordos y mudos, es decir, a la mayoría de las personas que actúan como los mencionados anteriormente, decirles que:

Sois partícipes, y por tanto, culpables de que, a día de hoy, el misterio que lleva implícita nuestra existencia, permanezca sin resolver y que no es otro que en la perpetuación de las especies es donde radica la razón de nuestra existencia, y/o, al menos así es como lo concibe este que dedica todo su tiempo libre en averiguar que hay detrás de cada uno de los interlineados de aquellos acontecimientos que por algún motivo o razón le llaman la atención sobremanera. El mismo que sin saber el porqué siente necesidad de escribir y compartir con todas aquellas personas que puedan estar interesadas y/o sean conscientes de que, además de que un Mundo mejor es posible, es tan justo como necesario, y que nuestro futuro y el de las generaciones venideras depende únicamente de la gran mayoría, es decir, de NOSOTROS.