domingo, 22 de noviembre de 2015

Por un Mundo mejor...

Escrito en 2013 


Me dirijo de tú a tú a todos esos «señores» que nos gobiernan y, por tanto, a quienes deberían defender nuestros derechos y tratar de conseguir el Bienestar de todos aquellos a quienes representáis, vuestro Pueblo.

Actualmente, como es sabido por la Humanidad, el mundo lleva un camino que no se debe permitir. Hay evidencias de la exigua dedicación y/o desinterés con los que tratáis de resolver esta precaria situación, a la que vuestra manifiesta actitud e ineptitud nos ha conducido.

Desde aquí os propongo la solución al problema que, tal y como vuestra actitud evidencia, aún está por dilucidar:

Desde mi punto de vista, como persona que me gusta vivir la realidad sin necesidad de tener que enmascararla, e impulsado por la inquietud que me caracteriza: me atrevo a darles una idea que entiendo debería, además, de ser respetada, tenerse en cuenta.

   —Dejaros de gastar el capital disponible en celebrar llamativos e inservibles macrojuicios sobre personas corruptas; entre otras cosas, porque el hecho de llevar a prisión a quienes ni siquiera están obligados a devolver los beneficios obtenidos, tampoco solucionan nada con ello. Según mi opinión, considero más acertado que se luche porque estos acontecimientos no vuelvan a suceder; ya que, si ese dinero que gastan en asuntos que no aportan ni revierten beneficio alguno sobre el Pueblo lo dedicasen a generar empleo, es decir, algo que, sin duda alguna, nos ayudaría a llegar incluso más allá de salir de esta intencionada y maldita Crisis…

   —Dejaros de perder el tiempo en buscar y señalar posibles culpables como la economía sumergida, el desempleo, la «deficitaria» Seguridad Social, las pensiones,… Y, si aún así continuáis pensando que esto no tiene solución: permitidme deciros que estáis muy equivocados; ya que, para salir de la Crisis o el hecho de conseguir un Mundo mejor ni siquiera dependen de tener que inventar un nuevo Sistema: la clave está en la palabra Respeto. Sí, así de sencilla es la solución que para vosotros, hasta el día de hoy, no es más que una utopía. Y es tan fácil de resolver que, por el hecho de su simpleza, ni siquiera lo habéis llegado a contemplar y, eso que para llevarlo a cabo, bastaría solo con respetar lo que está escrito y legislado por aquellos que en su día propusisteis y aprobasteis por Decreto vosotros mismos, los políticos. Y, si de verdad queréis solucionar lo que estamos soportando, sobre todo los más desfavorecidos: la idea es tan sencilla como efectiva.

   —No tengáis en cuenta que la idea ha surgido de albañil que, desgraciadamente, por causas ajenas a él, se ve privado del derecho al trabajo: mi único medio posible de poder afrontar los gastos que esta injusta Sociedad me exige, como a cualquier otro hijo de vecino, para poder continuar vegetando, que no viviendo.

   —Espero con esto que: si no consigo mi mayor anhelo, «un Mundo mejor y para todos por igual», no tratéis de justificar vuestros actos en algo tan irreal como el decir que no hay soluciones a corto, medio y largo plazo.

   —En la vida y en la lectura, no se ha de conformar uno con lo que está a simple vista: lo esencial suele estar entre líneas.

   —Considero que no es necesario ni requisito exigido por la Naturaleza tener que acudir a ninguna Universidad para saber de qué trata la vida; ya que, como todo en ella, muchas veces las metas se alcanzan con el simple propósito o por pura casualidad.



P. D. : Así es como piensa y escribe, en nombre de todos aquellos que no piden ayudas económicas, sino un trabajo con el único fin de poder disfrutar de un derecho que le pertenece por Ley y, Naturaleza: la vida, Francisco Izquierdo Herrero, un albañil que se halla en circunstancias de precariedad y desempleo por causas ajenas a él.



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