Escrito el 13 de septiembre de 2011
Es algo inmaterial ya que no se puede ver, tocar ni
contar, se podría decir que es algo sensacional. Si nos llegase a faltar del
todo, la vida sería imposible ya que ella es la encargada de recordar a cada
parte de nuestro cuerpo las funciones que tiene que cumplir.
Es algo que nos permite almacenar todo lo que vemos,
oímos y vivimos, a la vez que nos permite crear ilusiones, pensamientos,
estados de placer y sufrimiento. Ella guarda fielmente todo lo que nos acontece
en la Vida, incluso antes de nacer, ya que los humanos reproducimos todas las
etapas de la evolución de la Vida tal y como la conocemos.
La memoria nos permite con todo lujo de detalles
recordar, el sabor de algo que comimos hace años y es tan precisa que incluso
la lengua llega a sentir el sabor simplemente con recordarlo. También nos permite
inmortalizar las cosas vividas con los demás seres que formaron parte de
nuestra Vida: es la forma de sentirles vivos. Pues, cuando nos recreamos en
ella, nos permite volver a tiempos pasados, felices…
La memoria también sirve para guardar las cosas malas
como los desengaños, el sufrimiento, el dolor, la negatividad…
La felicidad de las personas también depende de la
asiduidad con la que estas frecuenten su memoria y, dependiendo de si se visita
el lado positivo o el negativo, nos podemos sentir tan desgraciados o felices
como queramos, ya que, si rebuscamos y nos recreamos en las cosas malas, lo
normal es que nos sintamos desgraciados. En cambio, si recurrimos cuando estamos
bajos de moral a la zona positiva, esto hará que nos sintamos felices. Y, por
lo tanto nuestra Vida dependerá mucho de lo que busquemos en la memoria.
También existe algo que conocemos por poca memoria, algo
que en realidad se debe a que la persona no se esfuerza en retener aquello que
percibe. Hay cosas que para poder memorizarlas no solo basta con escucharlas o
verlas, es cuestión de repetírnoslo una y otra vez.
La memoria para fortalecerla hay que ejercitarla
todos los días y se puede hacer de muchas maneras, leyendo un párrafo e
intentar recordarlo y escribirlo sin mirarlo, leyendo, haciendo crucigramas... Porque,
de lo contrario, con el paso de los años y por causas que aún no se conocen exactamente,
tiende a ir debilitándose hasta el extremo de desaparecer casi en su totalidad
y es entonces cuando las personas que están a nuestro alrededor empiezan a
parecernos extraños, no somos capaces de recordar quienes somos… y cosas tan
fundamentales como el aseo, las necesidades fisiológicas, se nos olvida incluso
hasta lo que hay que hacer para andar, comer... Llegando a ser la falta de
memoria tan severa, que una persona que este falto de ella y no tenga nadie a
su alrededor, incluso puede llegar a morir de inanición simplemente porque algo
no nos deja recordar que tenemos que comer.
Otra curiosidad de esta enfermedad llamada Alzhéimer
es que quien la padece, no es consciente; pero no así sus familiares, ya que
tienen que ayudarles en todo por el hecho de que es tal su dependencia que por
sí solos pueden respirar y poco más.
En los familiares es tanto el dolor y la impotencia
que se siente, al contemplar que un ser tan querido se va consumiendo día a día
y que tú, lo único que puedes hacer por él es ayudarle a cubrir sus necesidades
vitales…
Importante reflexão para os dias que correm, quando tudo parece efêmero e sem sentido. Há muitos anos aprendi algo com Santo Agostinho - não me recordo mais qual foi o livro dele que li. Mas ele escreveu algo que me marcou para sempre: "A verdadeira vida é a memória".
ResponderEliminarCon el paso de los años, uno se conciencia de que la vida en sí no son más que recuerdos, y estos se almacenan en la memoria: la misma que nos permite revivir una y otra vez todo aquello a lo que queramos regresar...
EliminarGracias por la atención que me brindas.
Saludos cordiales.
Estimado Francisco, adecuada y buena reflexión para una enfermedad tan difícil de llevar por los familiares.
ResponderEliminarM Victoria L.Almansa Pimentel