domingo, 22 de noviembre de 2015

El éxito en la vida, muchas veces, depende del lugar elegido para llevarla a cabo…

Escrito en junio de 2013

Un día cualquiera del mes de mayo… caminaba por la acera que hay junto al jardín que está situado a escasos metros de mi residencia habitual. Cuando escuché un tímido / chipi, chipi, chipi / chip, chip, chip / chipi /, que provenía  de uno de los jóvenes arbustos que están situados en los alcorques  que acompañan a la hilera de bordillos que dan forma al vial, (Camino de Anduva entre  las confluencias de Avda. República  Argentina y la  calle Rioja), alcé la vista y, haciendo uso  de mi fino oído…, conseguí descubrir  que se trataba de una hembra de jilguero que estaba sobre su nido, incubando los  huevos de su futura descendencia: «Estará llamando a su marido, el señor jilguero, para que la traiga algún tente en pie», pensé en aquel instante. Y, como es normal en mí, comencé a tratar de razonar mis dudas: «¿Por qué habrá elegido este esmirriado árbol? Con la cantidad de ellos que hay en esta zona, e incluso con más follaje, si lo que quiere es pasar desapercibida. Bueno…,  tal vez prefiera disponer de visibilidad,  por si acaso ha de salir zumbando ante cualquier imprevisto…, o  quizás el  motivo se deba, a que cuando comenzó la construcción de su hogar…, la floración  del mismo  la hizo pensar que el color de sus perfumadas flores  al coincidir con el amarillo de sus alas eso mismo podría servirle  de  camuflaje  frente a  su único peligro, los viandantes.

En esa zona ajardinada, además del césped, nacen y crecen diversas plantas, como el diente de león, y otras gramíneas e insectos que forman parte de su ciclo de alimentación. También el agua está disponible por el riego diario. Todo lo observado me hace pensar que la naturaleza es sabia y que los animales para nada son tontos.


En fin, el misterio de la elección del lugar creo que lo he resuelto satisfactoriamente: lo que no entiendo es el hecho de tener que escribir y compartir; aunque he de reconocer que, tampoco me preocupa mucho saber el porqué: ya que es algo que me hace sentir pletórico, y creo que solo por eso merece la pena el tiempo empleado en dar forma y vida a estos acontecimientos que veo, vivo y disfruto cada día, por obra y gracia de la Naturaleza, y lo que es mejor aún, sin costarme ni un solo céntimo.



2 comentarios:

  1. precioso realmente precioso, ¿ sabes ? yo tengo puesto un nido y unas botellas de plástico con comida al lado para que tengan un lugar donde refugiarse si les apetece, por el momento vienen a comer...pero es un placer verlos como sin problemas me miran y siguen comiendo

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    1. Los animales son así de agradecidos cuando son conscientes de que los intrusos no suponen un peligro para ellos. No hay nada más económico y placentero que adentrarse en el bosque, sentarse y contemplar el transito de sus habitantes.

      Gracias por la atención y el interés mostrado.

      ¡Feliz día para ti y los tuyos!

      Saludos.

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