domingo, 22 de noviembre de 2015

Causa y efecto

Esto que les voy a narrar es tan cierto como que ahora lo pueda estar leyendo alguien que se ha enterado bien por Twiter, o bien por Facebook o incluso por Google+: sitios por donde habitualmente divulgo todo cuanto escribo y considero que merece ser compartido con todo aquel que pueda sentirse interesado.

Un día cualquiera, tras levantarse de la cama y salir a la calle, un niño de entre 11 y 15 años, un hombre de entre 30 y 50  y otro de entre 65 0 70,  se encontraron que, a unos veinte metros, frente a su portal  había surgido una larga y ancha zanja y esta fue su primera  reacción:

El más joven sintió curiosidad y se acercó corriendo para descubrir que se hallaba detrás de la hilera de tierra que se interponía entre este y dicha zanja, y, al descubrir que se trataba de un simple socavón, perdió el interés mostrado en un principio.

El de mediana edad, ante el imprevisto, se estremeció al sentir cómo un escalofrío recorría su cuerpo de arriba abajo y surgió en él la esperanza y comenzó a imaginarse que tras aquel montón de tierra podría hallarse el encargado de obra y quién sabe si este le podría dar ese trabajo con que sufragar sus necesidades personales…, y si no todas, al menos las básicas…

El de la tercera edad «¡Vaya, por Dios!... lo que me faltaba  por ver… estoy harto de tantos adelantos e inventos que lo único que hacen es jodernos a los mismos… más vale que en vez de complicarnos tanto la existencia: se acordasen de que tal vez algún día ellos serán los inadaptados» —gritó tratando que los que estaban a su alrededor  le dijesen: «Cuanta razón tienes majo» —Pero como ya sabemos los que peinamos canas: no nos queda otra que Ajo y agua…


Creo que, algo muy parecido a lo narrado en los párrafos anteriores, pueda estar sucediendo con mis proposiciones literarias… Unos por jóvenes, otros por faltas de recursos o por carecer de tiempo o por vete tú a saber…, y el resto por inadaptados: el caso es que «no me queda otra que conformarme como termina  el relato anterior».

4 comentarios:

  1. Nunca hay que conformarse ;) Un abrazo!

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    1. Admitir la realidad no conlleva tener que asumirlo como un fracaso. De hecho, a través de la escritura consigo el equilibrio necesario para no sucumbir a las adversidades que me plantea esta injusta sociedad.

      Gracias por la atención y el apoyo que me brindas.

      Salidos cordiales.

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  2. Qué buen final, agudo e irónico. Me gustó como lo cuentas, el lenguaje, el ritmo, el tema, todo actual, en el momento que nos toca vivir, eso merece ****
    Rebién !!!!

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    1. A veces, cuando te dejas llevar `por las sensaciones, surgen escritos con sentido.
      Gracias por la atención y el apoyo que me brindas.
      Saludos

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