Escrito el 12 de septiembre de 2011
Es curioso, la diferencia que existe entre unas personas y
otras, ahora que están de moda infinidad de formas para practicar cualquier
tipo de actividad... Es la Era de todo a lo grande, comenzaré por el hábito de
salir a pasear para mantenerse en forma y como dice la frase: «el que mueve las
piernas mueve el corazón», siempre que puedo salgo a caminar largos paseos de
unos (10 o 12 Kilómetros.) que me sirven, entre otras cosas, para ayudar al
sistema circulatorio y a refrescar la mente: ya que, cuando camino voy
reflexionando sobre lo que estoy viviendo y, la verdad es que me resulta bastante
enriquecedor, pues incluso de las situaciones desagradables siempre encuentro
algo positivo.
Me llama la atención el comportamiento de algunas personas
con las que me suelo cruzar, hay mucha diversidad entre unos y otros. Los hay
que simplemente vamos con un calzado cómodo, ropa normal y corriente y
normalmente vamos solos. Otros, en cambio, prefieren ir acompañados y además de
ir provistos de su radio con auriculares sujetada en un brazo y en el otro un
aparato para controlar las pulsaciones, un reloj que mide los kilómetros
recorridos y en la frente algo para que el sudor no les caiga por la cara,
utilizan trajes especiales de neopreno para acelerar la pérdida de peso y
utilizando un calzado especial para cada actividad que desarrollan. Grosso modo, sin necesidad de tener que tirar
de calculadora, estas personas para salir a pasear necesitan un equipamiento
valorado en más de mil euros. Algo que me resulta cuanto menos curioso, porque
he observado que cuando van en grupo casi siempre el tema principal de
conversación es "lo mal que está la vida y lo que caro está todo".
Hay otros que vamos a caminar con ropa sencilla, con los
oídos al descubierto para oír todo cuanto ocurre a nuestro alrededor,
vehículos, pájaros, río… y utilizando el pensamiento para reflexionar y decir:
¡hay que ver cómo está el mundo! y por culpa del consumismo… y ellos lo único
que hacen es lamentarse de lo caro que está todo sin ser conscientes de que es
así precisamente por ellos.
He utilizado el salir a pasear como un mero ejemplo, pero es
extensible a cualquier actividad que habitualmente tenemos que realizar los
considerados como seres «racionales»: viajar, vehículos, viviendas…
Los que ostentan el Poder tiene en común con los
consumistas, al menos dos cosas: tener lo mejor y más caro y si es posible
tener más que los demás.
Es para mí, un placer poder expresar aquello que veo, vivo,
siento y pienso de manera libre y públicamente.
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