sábado, 3 de septiembre de 2016

Segunda parte, episodio 5, Atrapados en la red





Bienvenidos al foro ¿Qué crees que aportas en Interchat y en la vida?
Creado por Albañil 62:

   …—Albañil 62: Hola, buenos días a todos/as, Enfermera, me agrada saber que te ves reflejada en uno de los personajes, ya que es algo fundamental para que el lector no pierda el interés en saber que hay detrás de cada uno de los personajes.
Retrocediendo al tema de la verdad, esta te permite entre otras cosas caminar de frente por la vida y con la testa bien alta, aunque también es cierto que te puede acarrear algún que otro problema; en cambio, la mentira te obliga a ocultarte y así, desde la maldad, conseguir el fruto deseado por la envidia y esto es algo que, sin duda alguna, te traerá serios problemas. La verdad también es dañina, pero si aprendes a convivir con ella y aceptas lo que ella conlleva: te permite vivir en paz contigo mismo y así conseguir la felicidad tan ansiada por todos y si me tuviese que declinar por alguna de las dos opciones: me quedo con la verdad por dura que esta sea.

   —Enfermera: ¡Sí!, la verdad por dura que sea, es mejor que la mentira. Yo prefiero ser consciente de quien me hace daño, a vivir engañada y no saber que se esconde detrás de una sonrisa amiga. Si me lo permites, Albañil, me gustaría hablar de la mal llamada tolerancia. Lo de ser tolerante es muy fácil de decir, pero cada día me doy cuenta que es muy difícil de cumplir; de ahí, que mucha gente habla de tolerancia y muy pocos son los realmente tolerantes. Es fácil ser tolerante cuando lo que tienes que aceptar no te afecta, pero aún no hemos aprendido a ser tolerantes cuando tienes que respetar cosas que van en contra de tus principios. Por lo tanto, la tolerancia como tal no existe, yo me identifico más con ser empática. “La empatía es la capacidad del ser humano para ponerse en el lugar del otro”. Ser empático sigue siendo igual de difícil que cuando hablamos de tolerancia, ya que esto va más con la calidad humana del individuo. Para mí, la empatía es algo positivo, es bueno ponerse en la piel del otro; sobre todo si el otro no tiene nada que ver contigo. No creo en la tolerancia (porque la gente llama tolerancia a todo lo que les parece aceptable desde su punto de vista), por lo tanto, sólo aceptan lo que no les afecta, y atacan y critican a las personas que no son como ellos.
Para mi lo que vale es la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, aceptando sus diferencias, eso nos hace más humanos, y mejores personas.

   —Albañil 62: Ya sabes, o deberías de saber, que la gente es muy dada a creer que está siempre en poder de la verdad, por consiguiente, creen que con decir soy esto o lo otro ha de ser así y que los demás han de aceptarlo. Esto es algo muy habitual en esas personas que se creen estar por encima de las posibilidades del resto, llegando a creerse sus propias mentiras. En la tolerancia no es cuestión de decir o escribir, hay algo más y mediante el comportamiento y tus actos demuestras hasta dónde estás dispuesto a llegar.

   —Enfermera: ¡Si! seguramente es así, pero eso es lo que hay.

   —Ama de casa: Muy cierto albañil, la amistad surge no busca terreno, y que bueno que no tiene tantos quehaceres, a las mujeres con hijos nos toca más labor, ¡pero ahí vamos!, también leemos y escribimos.

   —Albañil 62: En mi caso, lo de tener poco que hacer es algo que la sociedad actual me ha impuesto: ya que el sector donde me ganaba el pan de mis días, es el más afectado por la crisis actual que atraviesa España. Antes de que esta me afectase de lleno, no disponía de tiempo libre ni de Internet. El trabajo exigido por las empresas constructoras apenas me dejaba tiempo para descansar; pero como «no hay mal que por bien no venga», la crisis me está abriendo los ojos y, de aquí por delante, cuando tenga que trabajar otra vez: lo haré de diferente manera de cómo ha sido hasta ahora, ya que siempre lo he dado todo por el trabajo; pero ahora, en cambio, veo que no solo nadie me lo ha agradecido, sino que, además, no les importaría incluso que falleciese por no tener recursos para vivir. Si tengo la suerte de volver a trabajar algún día, intentaré que nadie diga que no cumplo con mis obligaciones, pero trabajaré arreglo del salario que reciba a cambio: no cometeré otra vez el error de trabajar como si mi vida fuese la que está en juego. Eso es lo que le voy a agradecer a la crisis, por abrirme los ojos y permitirme ver la vida desde otro punto de vista. Necesito trabajar para poder hacer frente a la vida, pero hay otras formas de vivir y como dice el refrán: «Cuerpo descansado, también vale dinero». Y por lo demás, trato que no me afecte nada negativamente en la vida e intento entretenerme con diferentes asuntos.

   —Ama de casa: Ayer, me acosté triste, algo pasiva y con muchas preocupaciones, dormí y me levante optimista, con ganas de cambiar y enmendar, esa actitud es positiva para todos, que buena práctica.

Albañil 62: Caminando junto al río, al compás del agua, dejo que mi mente me lleve hasta dónde esta quiera. Entre tanto, mis pensamientos son acompañados por el murmullo del agua y el alegre trinar de los pájaros, al verme estos caminar exhorto en mis pensamientos. Caminando junto al río, me he cruzado con una joven pareja y, al observar que la chica estaba embarazada, ha surgido en mí una duda. ¿Qué habrá después? ¿Vida, silencio, nada? Al estar frente por frente nos hemos intercambiado el típico, “¡buenos días!” y, de repente, sin ser consciente, me he visto envuelto en un halo de inspiración que me ha llevado a reflexionar: «Esa misma pregunta se la puede estar haciendo el niño que está en el interior del vientre materno. El ser humano tiene que permanecer en ese estado o medio de vida un periodo de tiempo que va desde que el óvulo es fecundado y transcurre, paso a paso, como todos sabemos hasta alcanzar el desarrollo y una vez conseguido, desprenderse de ese mundo que hasta ahora le ha permitido vivir y desarrollarse, ese periodo ha transcurrido en un espacio de tiempo relativamente corto, nueve meses de rigor ese es el tiempo estimado por normal, y una vez alcanzado el desarrollo; despedirse de ese espacio que le ha permitido vivir.  Pienso que tal vez, para pasar de un estado a otro sea necesario desaparecer físicamente del medio, o sea morirnos, para que en la siguiente etapa aparezcamos en un mundo donde, además de ser distinta la forma de alimentarnos, de respirar y movernos, dejaremos de estar solos y ser acompañados, quizás hasta la próxima etapa, de otros seres que están en un estado más avanzado y cuya misión principal será la de protegernos y ayudarnos a comprender el funcionamiento de todo lo que está a nuestro alrededor. Esta nueva vida constará, por norma general, de otras cuatro etapas: niñez, adolescencia, adultez y ancianidad. Etapas que, si por bien es, irán transcurriendo, poco a poco, hasta alcanzar el desarrollo necesario y el tiempo, en vez de por meses serán contabilizados por años y en algunos casos puede que sobrepasen la barrera de los cien, antes de abandonar el medio que les ha permitido crecer y desarrollarse como seres humanos. Hay veces que no se logra alcanzar las cuatro etapas falleciendo antes… Ahora, en vez de nacimiento este espacio transitorio es conocido por todos nosotros como la muerte y es ahí, donde mi pregunta encuentra respuesta: la muerte podría tratarse simplemente del espacio de tiempo que hay entre una etapa y otra y, que en ese periodo, el tiempo de desarrollo pueda tratarse de cientos, miles o incluso millones los años los que tengan que transcurrir para que se cumpla, una vez más, lo que científicamente está demostrado: ‹La materia no se destruye, se transforma›,  y que en el Universo hay una ley que se cumple rigurosamente una y otra vez cíclicamente y que, por tanto, puede que la única diferencia que media entre ambos no sea más que la relatividad del tiempo, ya que supongo que: a mayor nivel de desarrollo, tenga que incrementarse el tiempo en pasar de un estado a otro”. Ese pensamiento, junto al trinar de los pájaros, el sonido del agua, la brisa y el perfume que encuentro en el sendero junto al río me llenan de esperanza y me hacen pensar que, puede que, en la siguiente etapa, quizás no sea un ser humano, pero que cabe la posibilidad de ser algo de lo anteriormente escrito: animal, brisa, agua, olor e incluso un granito de arena del camino, acompañando a cualquier ser vivo o inerte en otro estado, pero formando parte de su entorno...». Por el camino, dejo que mis pensamientos me lleven hasta dónde estos quieran y, al igual que el río no pone freno a sus aguas, les dejo fluir a su libre albedrío.

   —Ama de casa: Este foro debería contar con la opción ""Me gusta"".

   —Albañil 62: Ama de casa, bastará con que aquellos que entren se comporten. Gracias por tu aportación.


   —Enfermera: Que hermoso, es lo que acabo de leer, me parecía estar escuchando el murmullo del agua, era como si el agua susurrase al oído de cualquiera que estuviera por allí, paseando a la orilla del río. Podría ser la brisa del atardecer, cuando el sol se empieza a ocultar, cierro los ojos y veo a la madre naturaleza en su conjunto susurrando al caminante, todas esas reflexiones, percibo en el escrito cómo si el paisaje tuviese vida propia. “Muy hermoso”. Gracias por compartir, amigo.

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