miércoles, 14 de septiembre de 2016

Segunda parte, episodio 14, Atrapados en la red




Bienvenidos al foro ¿Qué crees que aportas en Interchat y en la vida?
Creado por Albañil 62:

...—Secretaria: Buenos días amigos, es una verdadera lástima leer todos esos comentarios grotescos y, por más que lo intento, no les entiendo. Conocen a Albañil 62 hace años y si no lo quieren leer, no lo hagan, pero no comprendo para que venir a molestar o dejar comentarios de este tipo, ¿Para qué?, ¿qué ganan con eso?, ¿qué Enfermera es Patoja? o ¿qué Patoja es Albañil 62? He de decirles que estuve conversando a través de una videoconferencia con ellos y puedo dar fe que no se trata de la misma persona. La verdad es que no entiendo que gasten su tiempo e imaginación para hacer públicas sus estúpidas conclusiones y menos aún que otros se presten a creer que son ciertas. He sufrido en persona la pérdida de gente que decían ser mis amigas, y así mismo lo sentía, por el hecho de agregar a Albañil 62 a mi lista de amistades en este lugar; pero no me arrepiento de nada: ellos me mostraron quienes eran en realidad: un amigo no te impone condiciones, un amigo respeta tu opinión o te muestra su motivo y, a mí, ninguno de ellos me mostró nada, exceptuando a Albañil 62 y a Patoja. Quizás sea cierto que no esté entrando mucho aquí y no lea todos los foros, estoy muy bien acompañada y no consigo tiempo libre para entrar en Interchat ni darle la atención que merecen mis amigos: eso me lo enseñó Albañil 62 cuando me dijo el por qué no le gustaba añadir amigos en las redes sociales, “para que tener muchos, si después no puedes atenderlos como se merecen”, y en eso coincidió con Víctor, mi grandote me dice lo mismo... Albañil 62, un beso, amigo... y como le dices a Enfermera, continúen los dos en la suya e ignoren, amigo no des más explicaciones, no lo necesitas y quién te conoce, te acepta como eres, con tus defectos y virtudes, así como tú nos aceptas a cada uno de nosotros.

   —El Demonio: Albañil y “escritor” más que yo, te sigue mi abogado desde que la otra vez le comenté lo del vídeo, para decirme que tranquilo que te llevaremos a los tribunales y que está todo a mi favor y me ha mandado esto por email... Condiciones Generales: La editorial se reserva el derecho de rechazar la publicación de obras que promuevan divisiones o discriminaciones basadas en motivos de sexo, raza, religión, nacionalidad, orientación sexual, política o sociocultural. Igualmente aquellas que inciten a la violencia, al odio o cualquier contenido de carácter sexual explícito. Este rechazo será ejercitado bajo su único y exclusivo criterio y de una forma inapelable.

   —Albañil 62: Hola, buenos días a todos/as.
El Demonio, «Sr.» veo que su obsesión es tan descabezada como improductiva. El texto que afirma haber recibido no es más que un extracto de las normas de uno de los grupos literarios a los que estoy adscrito. «Corra a ponerme una demanda, que quizás sea el que consiga lanzarme a la fama que tanto anhelo». Bromas aparte, déjeme decirle que si actúa así conseguirá quedar como un ignorante, por asegurar algo sin tener conocimiento de causa. Antes aseguraba que el vídeo era ilegal, ahora que lo es el libro, ¿cuál será la próxima excusa para tratar de desacreditarme? Más le valdría que se dedicase a hacer algo productivo, aunque simplemente sea para su beneficio.
Por otro lado, decirle que ambos vivimos en un país libre donde la libertad de expresión está permitida. ¿Acaso cree que lo interesante del libro es el comportamiento de tres miserables, que en ningún caso se asemejan a la ficción? Le recuerdo que el peor enemigo que usted tiene no es otro que usted mismo y el complejo de inferioridad que padece y si está buscando algún culpable, con respecto a su situación personal, recuerde que es usted mismo. Así es que, si aún le queda algo de sentido común, le ruego que deje de hacer el ridículo, que ya cuenta con edad suficiente como para comprender que no todo tiene que ser como usted lo ve. Me resulta penoso que haya seguido el libro a través del foro y aún crea que lo importante en él sean esos personajes que aparecen allí simplemente de relleno, ya que son personas vacías y que nada más buscan su propia satisfacción, ¡qué lástima de vidas echadas a perder! Y retornando otra vez hacia la misiva que asegura haber recibido, decirle que para no ser publicado hace falta que la editorial lo entienda así tal cual usted lo ha manifestado y «créame que lo siento de veras; pero las últimas noticias que tengo de la editorial es que todo sigue adelante y que en breve saldrá a la venta, así es que siga fomentando la publicidad que igual consigue lo contrario de lo que pretende». Permítame decirle que su comportamiento deja en muy mal lugar a su capacidad intelectual. Hágame caso, no pierda su tiempo en medirse con alguien al que no conoce de nada: por mucho que este aparezca en Internet.
En cuanto a la profesionalidad del supuesto abogado también deja mucho que desear, al no advertirle que no haga pública sus intenciones. Tengo mucha imaginación, pero siento decirle que hay historias difíciles de creer y así es donde se demuestra la capacidad de ser escritor, el cual tiene que hacer creíble aquello que cuenta, y mira si tengo ilusión en alcanzar mi meta, que he logrado que alguno de los personajes se sienta identificado.
¡A ver si se aclara de una vez por todas!, anteriormente dijo que en el libro lo que contaba era mi vida, cosa que de ser así como piensas, ¿qué fundamentos o argumentos pretende llevar a los tribunales? Creo que su abogado ha visto donde sacar un dinero fácilmente. En mi opinión le vendría bastante mejor que ese dinero empleado en ese supuesto abogado, debería y ahora muy en serio gastarlo en algo más efectivo como en la consulta de un psicólogo, son más económicos y la mayoría de las veces son eficaces, siempre y cuando el enfermo siga las indicaciones.
¡No insista! Ya ha dejado demostrado quien es en realidad y sus limitaciones, «esto es un consejo para que no se empeñe en demostrar aquello que no es: Inteligente», la inteligencia es algo que no basta con decirla, además, hay que demostrarla. Y sus limitaciones las está dejando bien claras «amigo» y le informo que el texto entrecomillado suele ser utilizado en diálogos irónicos, le aclaro este punto porque deja evidencias de que desconoce para qué sirven los signos gramaticales y me baso en cómo ha interpretado los mismos en el libro expuesto en el otro foro que mantengo abierto en paralelo a este. La verdad es que no entiendo cómo ha podido llegar a las conclusión de que en él hablo de usted y de sus amigos, y, por lo que me da a mí, su capacidad de comprensión dice bien poco a su favor, y haciendo uso de algunas de sus citaciones habituales: «No se pueden pedir peras al olmo»,  usted mismo, con su forma de escribir y manera de comportarse,  se describe tal cual es y,  por tanto, es el único responsable de ser el hazme reír de la página y, por último, no trate de hacerme responsable de sus actos.

   —Ángel de amor: ¡Júas, júas, júas…! pero si yo por lo que estoy enfadado es por no ser un personaje principal en este futuro best seller, anda modificalo y hazme ser parte fundamental de este proximo premio cervantes. ¡Júas, júas, júas, júas…!  si te hace falta socio capitalista, pide por tu boquita, que como el dinero lo tengo por castigo ¡cuenta conmigo campeon!

   —Albañil 62: Hay quienes no necesitan enemigos para echarse la tierra por encima, «no dan para más». Aquí, a través de la escritura, se queda reflejado el perfil de quién y cómo es cada cual y al igual que en la vida cada quien queda en el lugar que le corresponde.

   —Ángel de amor: en eso estoy de acuerdo, tu quedas como un mentiroso compulsivo, con una mente enferma y calenturienta que deja mucho que desear…. ¡Júas, júas, júas…!

   —El Demonio: Tú, suma y sigue...

   —Albañil 62: A las pruebas me remito Ángel de amor, ¿no tiene nada mejor que hacer un empresario a estas horas, que perder el tiempo con escritores de tres al cuarto?, en cuanto al otro, «creo que es demasiado tarde para empezar a estudiar matemáticas: sigue sumando que los beneficios serán mayores, pero ten cuidado no te equivoques y sean para quien menos deseas. Ya veo que te has quedado sin palabras y has tenido que innovar con algo tan sencillo porque su cabeza no da para más». Salid un rato a la calle que os dé el aire y despejéis «tan ilustradas, poderosas y privilegiadas mentes, tan ávidas de adquirir conocimientos», que os llevan a ver incluso más allá de la realidad. «Y pensar que un día fuisteis el espermatozoide más capacitado». ¡Qué poca calidad seminal y herencia genética!, eso me hace pensar vuestro comportamiento: ya que los conocimientos adquiridos posteriormente de bien poco os han servido, todo esto que argumento, está basado en el comportamiento de unos seres cuya vida, no es más que un vacío en el espacio y que ni siquiera les interesa a ellos mismos, ese concepto es el que dejan reflejado en su manera de actuar. Aquel que esté falto de razones y argumentos, además de buscar un culpable a su penosa situación, recurrirá siempre al insulto para expresar su desconcierto: a las pruebas me remito, solo es cuestión de leer lo escrito en cada caso por uno mismo.
Bueno, «amigos», voy a pasear un rato, que aparte de esto también mantengo vida social fuera de lo virtual. «No tengo que preocuparme si mi empresa funciona bien ni de si me dejaron algún mensaje en el contestador para algún arreglo de fontanería... ni siquiera me tengo que preocupar del móvil, ya que al no tener amigos nadie me molesta, eso es vivir a pierna suelta y con libertad, incluida la de expresión».

   —Enfermera: ¡Buenos días Albañil!, he recibido hace unos días un texto de una miga, dedicado a la amistad.
Se titula “Los clavos de la reja”.
 Hubo una vez un niño que tenia muy mal genio. Su padre le regalo una caja de clavos y le dijo cada vez que perdiera el control tenía que clavar un clavo en la parte trasera de la reja. El primer día, el niño había clavado 37 clavos en la reja. Durante las próximas semanas como había aprendido a controlar su rabia la cantidad de clavos comenzó a disminuir diariamente y descubrió que era más fácil controlar su temperamento que clavar los clavos en la reja. Finalmente llego el día que el niño no perdió los estribos. Le contó a su padre sobre esto y su padre, le sugirió que por cada día que se pudiera controlar, sacara un clavo. Los días transcurrieron, y el niño finalmente, le pudo contar a su padre que había sacado todos los clavos. El padre tomo a su hijo de la mano y lo llevo hasta la reja, le dijo: “has hecho bien hijo mío, pero mira los hoyos que hay en la reja, esta nunca volverá a ser la misma. Cuando dices las cosas con rabia, dejan una cicatriz igual que esta. Le puedes clavar un cuchillo a un hombre y luego sacárselo, pero no importa cuantas veces le pidas perdón, la herida siempre seguirá ahí. Una herida verbal es tan dañina como una física. Recuerda que los amigos son joyas muy escasas; te hacen reír y alentarte para que progreses, te prestan un oído y comparten palabras de aprecio, Y siempre quieren abrirnos su corazón. Albañil, tú eres mi amigo y me siento honrada, perdóname, si alguna vez he dejado un “agujero” en tu Reja... Te deseo feliz semana.

   —Ángel de amor: ¡campeon!.... ya he salido un rato a la calle y me dio el aire…. y de paso fui al banco para que me dieran los extractos…. sigue firme mi propuesta…. pide por esa boquita de mentiroso compulsivo…. que hoy me siento generoso y hace un día soleado y mis conquistas ciberneticas han dado buenos frutos…. a si que aprovechate que no todos los días estoy así. ¡Júas, júas, júas….!

   —El Demonio: A más de uno, le van a salir callos en la mano de quitar clavos ¡Je, je, je!


   —Albañil 62: Hola, buenas noches Enfermera, el honor es para mí, al hacerme saber que me consideras tu amigo y, ¿sabes por qué?, porque detrás de esas palabras no hay ningún interés oculto de por medio y también te deseo un feliz fin de semana, y ahora me dedicaré a hacer un poco de limpieza. Pero ¡qué razón tenía mi madre!, cuando me decía «nunca dejes las ventanas abiertas más tiempo que el meramente necesario, hijo, porque al regresar puede que haya entrado mierda», así es que voy a dar un «barrido»: que la estancia se ha llenado en poco tiempo y si uno no es capaz de mantener el orden en su propio espacio, corre el riesgo de que este se convierta en otra mierda como las que abundan por estos sitios.

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