Bienvenidos
al foro de la Amistad.
Creado
por Juan:
…—Juan: Hola amigos, por desgracia
para mí, no todos los días amanezco de igual manera:
Hay tantas cosas
que no entiendo de la vida, que a veces me parece que ni siquiera he vivido. No
entiendo ni comprendo que habiendo enseñado a través del cariño y la
comprensión por igual, mis hijos puedan ser tan diferentes: Julián, además de
ser un niño cariñoso, educado, tranquilo y con una buena trayectoria escolar,
sabe convivir en armonía con su alrededor; en cambio, Cristina, además de que
está en la edad del pavo y no hay manera de hacerla cambiar, se muestra
agresiva, déspota, engreída y cuantas descalificaciones os podáis imaginar...
ya desde pequeña mostró indicios de ser una chica caprichosa y complicada, pero
ha sido a partir de los 16 años cuando no se puede hacer carrera de ella. La
comunicación resulta imposible, no mantiene un dialogo coherente y, además de
que por su boca no salen más que insultos e improperios, no respeta a nada ni a
nadie y cuando trato de hablar con ella: Cariño, tendrías que intentar ser un
poquito mejor, y si te ocurre algo puedes decirlo, somos tus padres y estamos para
ayudarte hija, en vez de enfrentarte como haces siempre. /¡Pasa de mi tío! No
tengo nada que contar y ¿qué te importa a ti, de qué voy o cómo me comporto?
/Cariño, eres mi hija y me duele ver el camino que llevas. /Y tú, ¿qué hiciste?
Te recuerdo que con un año más que yo te marchaste de casa, ¿ya no te acuerdas?
Eres un flipado de la vida, todo el mundo lo dice: “que eres un loco y que
estas como una p...cabra”, ¿pretendes que te haga caso y me traten cómo a ti?
Pero tú, ¿de qué vas, tío?, si estás amargado, ¡suicídate!, y no me compliques
la vida. Menudo ejemplo a seguir eres, ¡ja, ja, ja!, me trocho y me mondo de la
risa, ¡tío!, preocúpate de cambiar tú que eres el hazme reír en todos los
sitios donde apareces. Creo que los golpes que te dio mi abuelo te dejaron
secuelas de por vida. /Es una pena, no poder hacer nada por remediar a mi hija
y no entiendo ni comprendo el porqué me tiene que ocurrir esto a mí y estoy
convencido de que mi vida es ¡un fracaso! Me gustaría haceros una pregunta y
espero que respondáis con sinceridad. ¿Qué opináis del comportamiento actual de
los hijos?
—Merche: Hola amigos, quizás
la falta de comunicación, entre padres e hijos es algo a tener en cuenta. Es
muy importante preguntar a diario a los hijos, ¿Cómo te ha ido en la escuela?
¿Qué hiciste? ¿Cómo os portasteis? Y sobre todo ¿Cómo te has sentido? Con ese
tipo de preguntas les facilitamos a nuestros hijos, cuando entran en esa etapa
difícil de pasar de niños a adolescentes; se sentirán en la libertad de
comunicar con facilidad, lo que les pasa.
En cambio cuando hay falta de
comunicación entre padres e hijos, estamos contribuyendo a que se manifiesten
agresivos, descarados, hipócritamente, etcétera. Y sobre todo, estamos
potenciando la inseguridad en si mismos, con lo cual es algo que a la larga nos
afecta a todos aquellos que coincidamos en su trayectoria vital. Dando lugar a
lo que todos conocemos como trastorno antisocial.
—Ramón: Hola amigos,
¡efectivamente!, se piensa que cuando hay amor en la infancia, no debería de
haber problemas en el adulto, pero por desgracia la verdad no es esa, y los
sistemas de educación primaria, la rigidez de las religiones y de los padres en
las formas de educación con los hijos, que no les tratan con el suficiente
respeto, cariño y al tiempo poniendo los limites necesarios, hace que las cosas
no sean todo lo buenas que serían de desear y lo cierto es que hay muchos
síntomas en la infancia y luego cuando adultos se manifiestan como por
desgracia conocemos.
Los padres tratan de enseñarles a sus
hijos lo mismo que hicieron con ellos, mediante la disciplina y repitiendo paso
a paso lo que sus padres les inculcaron a ellos, de esa forma inconsciente
transmiten a los hijos todo aquello que a ellos les hicieron y como cada
familia es un mundo de ahí la diversidad de caracteres adquiridos y esa es la
problemática actual en el mundo que vivimos.
—Jessica: Buenas noches
amigos, concuerdo con ustedes en lo anteriormente escrito y, si me lo permiten,
me gustaría contribuir con una aportación en este magnífico foro:
El respeto a lo ajeno implica
conocer y sentir, que no se debe disponer de lo que no es propio, y “si en un
momento determinado necesitamos de algo que no es nuestro” no podemos tomarlo
sino contamos con el consentimiento de su dueño. También hay que saber
apreciar, reconocer y cuidar el trabajo de los demás, como por ejemplo: no
destruir los bienes materiales que realizan otras personas y de las cuales
nosotros nos servimos, tal como la limpieza de la ciudad, el cuidado de los
árboles del parque o ¡incluso de la propia naturaleza!
De la que dependemos totalmente
para poder existir... ¡El derecho al respeto ajeno da lugar a la paz! Y por
tanto es posible un mundo mejor, “de nosotros depende el futuro de las
generaciones venideras”.
—Peón de albañil: Pienso que
la vida pueda consistir en ir superando las adversidades y dificultades que
esta nos irá presentando desde que comenzamos a formar parte de ella y hasta el
final de nuestra existencia.
Cuando nacemos no somos conscientes
de lo que es el miedo y, por lo tanto, no tememos a nada. El miedo lo
adquirimos a través de expresiones como: no hagas esto, ten cuidado con
aquello, que si lo haces te ocurre esto o lo otro que llegan a nuestros oídos
en forma de consejo, principalmente, por nuestros progenitores y de nuestros
progenitores y demás seres cercanos en nuestro entorno y a pesar de que ellos
lo hacen con el fin de evitar males mayores, sin ser conscientes de que con su
actuar están contribuyendo a fomentar la inseguridad en nuestra persona y, a
partir de ahí, esta será la primera meta que deberemos superar, para algunos
tan difícil de vencerla que probablemente vivirán con ella de por vida con las
siguientes consecuencias... pues la inseguridad personal es la causante de que
la vida se vea desde otro punto de vista y convirtiendo a la persona afectada
en un ser infeliz, triste, frustrado… la inseguridad personal, es el miedo a lo
desconocido, a uno mismo, a enfrentarse a los demás, a la vida. Ese miedo te
limita tus actitudes y aptitudes. Tiene varios orígenes, derivados desde la
infancia, quizás por una sobre protección familiar o falta de autoestima
provocadas por burlas o algún defecto físico. Es una duda permanente que se
instala en todo tu ser y es ver pasar los acontecimientos, la vida... y mirar
indeciso sin saber que hacer, por temor a equivocarse, tal vez por temor a
perder, la inseguridad te impide crecer y desarrollarte como persona. La
inseguridad se vence simplemente haciendo frente, afrontando con orgullo quien
eres y hasta donde puedes llegar sin importarte lo que sobre ello piensan los
demás…
Cuando realmente te aceptas tal
cual eres y sientas aprecio por quien eres y lo que quieres. Entonces estas
preparado para afrontar la vida con todas sus consecuencias y empiezas a dar la
importancia justa a las adversidades y dificultades que la vida te presenta.
Pues las cosas simplemente tienen la importancia que uno mismo les quiera dar.
Solo así es cuando te liberas y empiezas a verlo todo de otra manera. Abriendo
un nuevo horizonte, permitiendo llenarte de satisfacción personal, aprendes que
si tú te sientes feliz es porque realmente tú lo crees, ya que, en la vida,
todo aquello que ocurre o acontece no son siempre problemas, son simplemente
situaciones de la vida. Que, con cambiar un poco nuestros hábitos, es
suficiente en muchas ocasiones para que la situación se solucione. Una buena
medida es vivir siempre dentro de tus posibilidades y limitaciones personales,
quizás así se podría ver la vida de otra manera; aunque es cierto que cuesta
mucho superarse a sí mismo, pero el resultado es tan satisfactorio que incluso
que no se consiga del todo, el hecho de intentarlo ya de por si es un triunfo.
Y si decides no hacerlo, déjate de buscar culpables y de lamentarte pues sólo
eres tú, quien te impide crecer como persona, la vida se presenta para todos
cargada de adversidades y dificultades, la diferencia está en la forma que
actúes frente a la vida y tanto en lo positivo como en lo negativo de esta, ¡tú
y solo tú!, eres el único culpable de cuanto acontece en tú vida. ¿A qué estas
esperando para enfrentarte a ti mismo y vencer tus miedos?
—Sonia: ¡Hola Juan! Te
comprendo perfectamente, mi hijo es un adolescente de 17 años y lo tengo
bastante complicado, hay veces que no sé como actuar siendo más estricta o más
severa. El caso es que mi hijo de un tiempo hasta ahora es muy rebelde y todos
los consejos que le doy, los toma como algo pésimo, la comunicación es nula
entre ambos, ya no sé como hacer para que no me vea como su enemiga, hace lo
que quiere entra y sale cuando le viene en gana; me consta que no anda con
buenas amistades, por su parte él me dice que mi comportamiento es como el de
personas anticuadas y que trate de estar más relajada. ¿Cómo puedo relajarme si
su comportamiento no es normal? Los estudios se los toma a risa y no acude a
clase y sus amistades dejan mucho que desear, para darle un poco más de
confianza le permití que llevase a sus amigos a casa, con el fin de conocerles
personalmente y, ¿cual sería mi sorpresa?, cuando les sorprendí fumando
marihuana en el dormitorio… Quedé sorprendida por su relajada actitud, en mis
tiempos jamás se me hubiese ocurrido hacer eso en casa y de haberlo hecho,
estoy convencida de que cualquiera de mis padres me hubiese dado una paliza.
Mi preocupación es, que tengo miedo
de que esa droga le conduzca hasta otras y no quiero ver a mi hijo hundido en
la miseria, además, no cuento con el apoyo de su padre y al estar separados, él
es más permisivo y me dice: “que no tengo de que preocuparme” que mi hijo está
en una etapa que ha de pasar y que después se le pasará, es más en alguna
ocasión le he sorprendido desautorizan-dome frente a él...por eso creo qué mi
angustia nada más acaba de comenzar...
—Sandra: Hola a todos, un
tema interesante, porque todos lo vivimos en mayor o menor medida. ¿Quién no se
rebeló alguna vez? En todas las edades hay necesidad de rebelarse y es en la
adolescencia cuando se hace más notoria, porque es en esa etapa cuando nos
enfrentamos a muchas cosas que no logramos comprender, tenemos temores y
empezamos a darnos cuenta que no todo es como creíamos ni siquiera nuestros
padres lo son, entonces al dejar de verles como perfectos y que no saben todo,
comenzamos a cuestionar todo y vemos el mundo: sin unas reglas claras, con
grandes injusticias, donde vale más parecer que ser, donde no siempre el que
más se esfuerza es el que consigue los logros... y todo eso nos rebela,
entiendo que es un proceso lógico y necesario. Los jóvenes se encuentran de
repente que ahora los limites y las reglas deben existir, porque son una norma
de contención y para que no se transforme la casa, la vida del adolescente o la
familia en un caos, las normas y los limites se han de poner de forma tranquila
y estas deben de ser inamovibles; jamás deben ponerse en el momento de una
discusión y sí en el transcurso de una buena conversación, explicando porqué se
tienen que seguir las pautas, con razonamientos claros y explicaciones lógicas,
ya que a ningún adolescente les gustan las conversaciones que se cierran con un
“porque si” o “porque el que manda soy yo” Llegados a este punto, sería bueno
saber en qué momento comenzó esa falta de comunicación y distanciamiento entre
padres e hijos. Es hora de tratar de acortar distancias, ver que cosas les
rebelan, no juzgarles ni ponerse en el papel de detectives o policías,
acercarse y hacerles saber los miedos que tienen como padres y tratar de que
ellos nos cuenten sus propios miedos, hacerles saber que siempre pueden contar
con Uds. que si están teniendo algún problema juntos pueden resolverlo, que
siempre podrán confiar en sus padres. También hay veces que las situaciones más
severas es conveniente que los padres busquen ayuda en profesionales, para
tratar de informarse como pueden intentar convencer a sus hijos, para que estos
acudan a profesionales para solucionar el problema, ya que hay veces que la
rebeldía es severa debido a que hay drogas de por medio y cuando el hijo no
sabe como hacer, entonces es importante que sean los padres quienes se informen
de los pasos a seguir para salir airosos del problema. Cuando las cosas no se
hacen a través del cariño y utilizamos el castigo, lo único que conseguimos es
eso, el distanciamiento entre padres e hijos, por consiguiente, el
empeoramiento del problema. No siempre es culpa del adolescente, él desconoce
la realidad y consecuencias en la mayoría de las ocasiones.
—Perico el de los palotes:
¡Gracias amigos! Cada día que pasa me encuentro más a gusto en este sitio, donde
la gente es más comprensiva, donde te ofrecen respuestas a través de sus
vivencias, donde se puede ver que aun hay gente sincera que te habla sin miedo
desde el corazón, y eso es algo que por desgracia en la vida cotidiana y en la
calle, cada vez hay menos personas dispuestas a escucharnos al tiempo que nos
hace sentir que en realidad estamos solos. Esa es una de las preguntas que me
hago frecuentemente, ¿por qué estamos tan solos?
—Utópico: Hola amigos,
posiblemente sea porque así lo han decidido, otros porque esperan encontrar a
la persona apropiada, otros porque no tienen otra alternativa… Pero, creo que
lo más importante es ser feliz y disfrutar del día a día con las circunstancias
que nos rodean, y no el estar o no solos.
La soledad tiene varias caras y hay
que ser conscientes que la vida, es una sola e intentar vivir, con soledad o
sin ella… y la mejor manera posible es pensar que hay un mañana y que las cosas
pueden ser muchísimo mejores.
—María: En la especie humana,
nadie quiere estar solo, todos de alguna manera buscamos evitar ese sentimiento
pero, en realidad todos estamos solos en las situaciones difíciles y creo
deberíamos aprender a estar solos, quiero decir, que no podemos refugiarnos en
otras personas para aliviar la soledad. Porque de esa manera y sin ser
conscientes nos auto engañamos.
Lo bonito de vivir es compartir,
dar a los demás parte de nosotros, pero no siempre es posible, y muchas veces
la soledad nos hace elegir mal o refugiarnos en personas que no nos convienen,
simplemente por evitar el sentirnos solos. Lo ideal sería, conseguir el
equilibrio interior, estar a gusto con nosotros mismos y enfrentarnos a la vida
sin miedos, después de todo es peor estar mal acompañados que vivir en soledad.
—Julia 32: ¡Hola amigos! En
mi opinión aceptas la soledad cuando vivir contigo misma no supone una carga… y
como todo, lleva un aprendizaje.
Como seres humanos, no creo
fuéramos creados para vivir solos, ya que desde la prehistoria fuimos formando
grupos, porque de otra manera no habríamos sobrevivido - eso por tanto, el
instinto social es el que nos lleva a integrarnos bien o mal con otros seres
humanos-. Eso era más que una necesidad de supervivencia, desgraciadamente en
la actualidad, vivimos individualizados y el cambio experimentado es el
sufrimiento de la soledad y que a su vez, de no remediarlo, acabará con la
extinción del hombre. Solo es cuestión de tiempo si no se pone remedio, ahora
que quizás estamos aún a tiempo de evitarlo.
—Manuela: Es cierto que la
soledad es una asignatura pendiente para muchos de nosotros, pero estoy de
acuerdo con todo lo expuesto anteriormente y aun estando en esa filosofía de
armonía y paz interior que te hace vivir la vida desde otra perspectiva de
equilibrio y aceptación, la soledad puede generar un estado emocional, al no
aceptarla como aprendizaje y unificación de uno mismo, es cierto que nacemos,
vivimos y morimos solos, aunque en la mayor parte de nuestra vida no seamos
conscientes.
El ser humano experimenta a través
de sus emociones su crecimiento personal basado en el amor, y para nosotros el
amor significa literalmente compartir con otro ser.
Es cierto que tendrían que
enseñarnos desde pequeños que el amor existe en todo lo que nos rodea y sobre
todo en cuidarnos y amarnos a nosotros mismos, y así poder compartir la calidad
del ser y no la carencia de la necesidad en la soledad.
—Peón de albañil: Hola amigos
y demás contertulios. Aunque difiero en algunas cosas con vosotros, sí que es
cierto y concuerdo en que la soledad es la única que nos permite estar con
nosotros mismos y que a través de ella, indagando en nuestro interior,
podríamos descubrir quiénes somos. Es cierto que la soledad es una asignatura
pendiente para muchos de nosotros, pero estoy de acuerdo con todo lo expuesto
anteriormente y aun estando en esa filosofía de armonía y paz interior que te
hace vivir la vida desde otra perspectiva de equilibrio y aceptación, la
soledad puede generar un estado emocional, al no aceptarla como aprendizaje y
unificación de uno mismo, es cierto que nacemos, vivimos y morimos solos,
aunque en la mayor parte de nuestra vida no seamos conscientes.
El ser humano experimenta a través
de sus emociones su crecimiento personal basado en el amor, y para nosotros el
amor significa literalmente compartir con otro ser.
Es cierto que tendrían que
enseñarnos desde pequeños que el amor existe en todo lo que nos rodea y sobre
todo en cuidarnos y amarnos a nosotros mismos, y así poder compartir la calidad
del ser y no la carencia de la necesidad en la soledad.
—Utópico: ¡Ah! Sin duda
Manuela, justamente el sentir soledad, es que aun no se ha obtenido el
aprendizaje que se necesita.
Como bien dices, al final, somos
nosotros solos quienes tenemos que resolver nuestros conflictos, aunque creamos
que los solucionamos a través de otras personas o causas.
De nada sirve la ayuda que nos
puedan brindar, si nosotros, no tomamos la acción para hacer cambios de actitud
ante las experiencias que nos toca vivir.
—El solitario: ¿Cómo fue?… es
una pregunta que me hago con frecuencia y sin obtener respuesta. Sin inquirir
de mí te has convertido en la compañera inseparable de mi vida. En todo momento
te llevo conmigo como invitada especial, sin distanciarnos un momento. ¡Debo
decirte! que me he acostumbrado a tu presencia, no me abandonas ni un instante.
En sueños te contemplo, y cuando despierto estas a mi lado, escuchando a cada
momento… con tus caricias y abrazos me dominas, eres única conmigo, y apenas lo
puedo creer. Me tomas de la mano y me llevas donde quieres, me inmovilizas, no
puedo escapar, me tienes a tus pies. Como voces, en mi mente siempre estás
presente repitiéndome tu nombre, recordándote en momentos inoportunos. Imagino
que vivo en un mundo aparte solos tú y yo. Contigo he compartido mi vida
entera, sin importar como hayas llegado, estas siempre a mi lado. A veces me
gana este sentimiento y quisiera contarles a los demás lo que está pasando.
Pero sé que les sería difícil comprenderme, tal vez piensen que somos tan
diferentes que pareciera algo ilógico. En realidad, me has convertido en tu
reflejo compartiendo un mismo sentido. Es por eso que te he dedicado estas
líneas, por todo este tiempo contigo, ¡solo para ti!, mi única amiga y
compañera: la soledad.
—Judit: La verdad es que a
uno le gusta, en algunas ocasiones escapar de la soledad, pero ella te persigue
implacable, corre más que tu, a veces pasa de largo, y otras espera, a que te
encuentres con ella. En cambio, otras veces la buscamos desesperadamente, nunca
es una amiga que te haga compañía siempre es un extraño a quien no llegas a
conocer, pero siempre camina a tu lado. Muchas veces hablas con ella, ¡pero
nunca te escucha! No oye ni habla, pero siempre está ¡ahí! caminando a tu lado
como “si fuese tu sombra” nunca desaparece, solo se oculta algunas veces, pero
si miras hacia el suelo observas que tu sombra es más larga que de costumbre,
entonces reconoces que la soledad te acompaña y es cuando tienes que aprender a
vivir con ella; entonces comienza la transformación, acabas aceptándola y así
deja de ser una extraña, ahora comienzas a hablar con ella, incluso te gusta y
eso quiere decir que has aprendido a convivir con ella, sólo le pides una cosa
“ que por favor no te deje sola”.
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