Escrito en 2011 y reeditado el día 30 de noviembre de
2015.
Agradezco al Destino, por propiciar el encuentro de
mis antepasados, porque sin su ayuda: mis abuelos, padres, hermanas y sus
maridos, sobrinas, sobrino, tías/os, primas/os, e incluso yo, no hubiese sido
el mismo.
…por todas las adversidades y obstáculos que ha ido y
va poniendo en mi camino, sin ellos tampoco seria el mismo, por hacerme coincidir
con mi esposa, a ella le agradezco por hacerme sentir que, aun con sus reveses,
la Vida merece la pena. Ella es quien me hace sentir agradecido por todo cuanto
acontece en mi Vida y la que, con su actitud, provoca la necesidad de agradecer
a todo lo que ha formado y forma parte de mí.
…, por todos los errores, aciertos, fracasos y
victorias; porque forman parte de mi historia, de mi vida… y, por esa razón, los
valoro por igual, ya que: sin ellos no sería quien soy.
…a mis cuñados; por ser como son, por proporcionarme
a sus familiares: a los cuales considero parte de mi familia.
…a mis amigos, a los que conservo desde la infancia,
aquellos que he ido y voy conociendo: por tantos momentos compartidos. Y para las/os
que ya no forman parte de esta Vida, que sepan que siguen formando parte de mí,
pues están siempre en mi mente y espero algún día poder coincidir allí donde
nos lleven después de fallecer.
…a el/las difunto/as perro/as Nelo, en mi
preadolescencia; Carri, Kora y Txispi;… a el/los/as difunto/s/as gato/itas
Lagún, Ortxa y Loubna; a los pajarillos: Lagún, un mixto de canario-jilguero
que nos acompañó desde 1995 hasta 2012, colorines (jilguero), amarilla
(canaria), jilgueros y verdecillos; a los peces que mantuvimos con vida durante
un par de años en un acuario, todas/os convivieron con nosotros entre 1994-2014:
por los buenos momentos que me hicieron vivir, y …a la Podenca, Ortxa y al Mau
egipcio, Nelo por los agradables momentos que comparten conmigo en la
actualidad.
…a las bicicletas, ciclomotor, coches...: por lo
mismo que a mis adoradas mascotas.
…a quienes, con su maldad contribuyeron; pues,
gracias a ellos, pude valorar las cosas buenas de la Vida: que por suerte son
muchas.
A todos ellos: gracias por el cariño y
las satisfacciones que me habéis aportado y aportáis en la Vida.
Agradezco a Dios, por permitirme nacer y continuar escribiendo
cada día en el libro de la Vida, el cual espero y deseo que en el último
suspiro pueda gritar:
«¡GRACIAS A LA VIDA…!»
N. de A.:
El día que compartí el escrito inicial por Internet,
mi familia se puso en contacto conmigo al pensar que se trataba de una
despedida, al imaginar que tal vez sufría alguna enfermedad y que hasta
entonces se lo había ocultado.
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