Desde la infancia he caminado
sin rumbo fijo, sin preocuparme de cómo vivir la vida y lo único que me
preocupaba es que la muerte nos acecha y que esta se podría presentar en
cualquier momento. Nunca me ha preocupado si he tenido que recorrer el camino
solo o acompañado. No temo a la soledad, de hecho, necesito estar con ella para
adentrarme en la psique para valorar si tiene sentido o no el seguir caminando
por el sendero que nos ha impuesto ésta injusta sociedad, en la que unos cuantos
viven holgadamente a costa de los demás. No, no te equivoques, no estoy
depresivo ni quiero acabar con mi existencia: tan solo me he dejado llevar por
algo tan sencillo como escribir y compartir lo que me ha venido a la mente, y porque
hacerlo me anima a creer que, a pesar de las adversidades que diariamente se
nos presentan, sin comerlo ni beberlo, la Vida es Maravillosa, y que merece la pena vivir incluso
teniendo que avanzar por terrenos escabrosos, es decir, en desigualdad, llenos
de tropiezos y obstáculos.
Con el paso de los años uno se conciencia de que la vida en sí no son más que recuerdos. Aquí iré subiendo escritos a modo de recuerdos, es decir, de igual manera que estos surgen en nuestra mente: sin necesidad de tener que ordenarlos cronológicamente, si lo estimo oportuno. Así mismo se podrán adquirir en formato digital o en papel las obras de mi autoría.
Corrija el texto, hay al menos tres faltas de ortografía.
ResponderEliminarMisterioso/a, gracias por la observación. ¿Está mejor así?
Eliminar¡Feliz día para ti y los tuyos!
Saludos.