viernes, 1 de enero de 2016

Inmadurez, qué nos impide alcanzar algo que deberíamos vencer al llegar a la adolescencia...

Escrito el día 31 de diciembre de 2015


A veces, de manera mecánica, llegamos a extremos tan absurdos como comprobar el color del papel después de haberle pasado por donde termina el intestino grueso, hacer, decir, escribir y/o responder de igual modo, sin tan siquiera saber el porqué, y la verdad es que hasta ahí se puede entender; pero lo que es triste y preocupante, es que ante cualquier acción que emprenda otra persona nos sintamos obligados a responder sin habernos detenido a analizar el qué y el porqué nos irrita, nos transforma, nos saca de quicio… y arremetemos contra ella: sin tener en cuenta que tal vez el problema no sea de esa persona, sino de algo individual e interno que aún está sin resolver y que, además del tiempo perdido en defender lo indefendible, nos limita como personas: por el simple hecho de ser nuestro propio obstáculo, con respecto a algo que a pesar de ser opcional es fundamental para sentirse realizado como ser humano y, por ende, ser felices, vivir y disfrutar de los placeres que nos ofrecen de manera altruista la Amistad, la Familia, el Sol, la Luna, las Estrellas, la Naturaleza… algo a lo que, a veces, renunciamos por nuestro Egocentrismo, nuestra Soberbia, nuestra Contumaz actitud… y no des por hecho que estoy hablando de ti con la intención de herirte, sino con la de animarte a que venzas esa barrera que te impide que la madurez emocional sea acorde con tu edad biológica; no vaya a ser que, para cuando quieras reaccionar: te sientas frustrado, al comprobar que se te ha pasado el arroz…

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