viernes, 15 de enero de 2016

Dicen que a buen entendedor…

Si llamas a una puerta dos o tres veces y, a pesar de ser consciente que detrás de esta hay alguien, nadie te responde: sería absurdo insistir.


Si te llama la atención alguien que por su actitud, afinidad de ideales y/o principios, cercanía, simpatía… y decides brindarle tu apoyo, lo normal es que, entre ambos, pueda surgir una linda amistad; pero, si, con el paso del tiempo, observas que para ser tenido en cuenta has de estar de acuerdo con todas y cada una de sus acciones e ideas… lo lógico será apartarse cuanto antes de las personas interesadas, ya que: la verdadera amistad no se nutre de favores, sino de emociones y sentimientos. Así mismo, e independientemente de los lazos que nos unan, hay momentos en los que, sin poderlo remediar, el dolor nos inunda en cuerpo y alma a través de la frustración como consecuencia de los desengaños y sinsabores… 

En fin, caminaré de frente por la vida, tal y como he venido haciéndolo hasta ahora, defendiendo cuanto considere justo; por entender que: ha de ser así y no de ninguna otra forma. 

2 comentarios:

  1. Es muy sabía tu manera escribir. No lo sabía.

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    1. Así, a primera vista, cualquiera podría interpretar que tus palabras están escritas con sentido irónico; pero si tengo en cuenta que no nos conocemos : no me queda otra alternativa que agradecerte la atención y el interés mostrado.

      ¡Feliz día para ti y los tuyos!

      Saludos.

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