Si llamas a una puerta dos o tres veces y, a pesar de
ser consciente que detrás de esta hay alguien, nadie te responde: sería absurdo
insistir.
Si te llama la atención alguien que por su actitud, afinidad
de ideales y/o principios, cercanía, simpatía… y decides brindarle tu apoyo, lo
normal es que, entre ambos, pueda surgir una linda amistad; pero, si, con el
paso del tiempo, observas que para ser tenido en cuenta has de estar de acuerdo
con todas y cada una de sus acciones e ideas… lo lógico será apartarse cuanto
antes de las personas interesadas, ya que: la verdadera amistad no se nutre de
favores, sino de emociones y sentimientos. Así mismo, e independientemente de los lazos
que nos unan, hay momentos en los que, sin poderlo remediar, el dolor nos inunda
en cuerpo y alma a través de la frustración como consecuencia de los desengaños
y sinsabores…
En fin, caminaré de frente por la vida, tal y como he venido
haciéndolo hasta ahora, defendiendo cuanto considere justo; por entender que: ha
de ser así y no de ninguna otra forma.
Es muy sabía tu manera escribir. No lo sabía.
ResponderEliminarAsí, a primera vista, cualquiera podría interpretar que tus palabras están escritas con sentido irónico; pero si tengo en cuenta que no nos conocemos : no me queda otra alternativa que agradecerte la atención y el interés mostrado.
Eliminar¡Feliz día para ti y los tuyos!
Saludos.