miércoles, 6 de enero de 2016

Conflicto interno…

Escrito el día 5 de enero de 2016

   —No le des más vueltas al asunto. En realidad no es tan grave si lo analizas con detenimiento —sugirió el Sentido Común.

   —¡¿Qué no tiene importancia?! —gritó, a la par que martilleaba con reiteración sobre las sienes, la Sin Razón—, ¡¿sabrá este cómo te encuentras en estos momentos, tú?!

   —Trata de asumirlo, tienen derecho a decidir qué y a quién contárselo.

   —¡No le hagas caso a este churrullero, que va de bueno!, ¡él no ha sufrido el vacío, ni sabe cómo te sientes!

   —Hazme caso, por favor… no puedes tirarlo todo al garete así de golpe. Recuerda que, desde que tienes uso de razón, has venido manteniendo que era lo mejor que te había tocado en la vida y que estabas orgulloso de ello; ¿qué pensarían  tus progenitores de saber lo que estás barajando?

   —¡No pienses en nadie, piensa en ti! ¡Tú y solo tú eres quien ha sufrido el mazazo, sin venir a cuento! ¡No te de pena de nadie! Piensa en ti y preocúpate de ti: que en el fondo estás más solo que la una y eres consciente desde hace mucho tiempo. ¡No seas estúpido y quítate la venda de una vez!

   —Te ruego que no te precipites, que recapacites, que escuches al corazón, que recuerdes los bellos momentos que has compartido con todos y cada uno…

   —¡Ja, ja, ja!, ¡no le hagas ni puto caso a este estúpido!

   »¡Sabes perfectamente que la realidad no tiene nada que ver como él ni con lo que ellos quieren hacerte ver!

   »¡Tú eres muy diferente a ellos, tú vas de frente, con el corazón en la mano y la verdad por delante!

   »¡¿Acaso necesitas alguna prueba más para llevar adelante lo que consideres justo para ti?!

   »¡Deja de hacerte el tonto!, tal y como has venido haciendo hasta ahora y mira por ti.

   »¡No te de ninguna pena de quienes te han hecho el vacío y no te sientas culpable!, que al fin y al cabo, han sido ellos los que mal han obrado y no tú.

   —Sé que te sientes como el perro que descubre que acaba de ser abandonado, como el niño al que le arrebatan su juguete preferido para arrojarlo al fuego, como la cebra que contempla a una manada de leonas mientras despedazan y engullen a su cría…

»Te aconsejo que hagas uso de cuanto has aprendido, que medites y reflexiones antes de dejarte llevar por los malos pensamientos y la Ira.


   —¡Qué lo hubieran pensado antes!, a ver si ahora vas a tener que comulgar con ruedas de molino y sentirte culpable; que en esta ocasión, de haber alguna víctima: has sido tú y nadie más… 


No hay comentarios:

Publicar un comentario