domingo, 23 de abril de 2017

Metas y objetivos en proceso...




Después de que, allá por el año 2012, decidiese dar por finalizado el ciclo formativo de la ESPA sin obtener el Graduado en Educación Secundaria Para Adultos por causas ajenas a mí, algo que, a pesar de la importancia que tiene para mí, voy a abstenerme de explicarlo por entender que no es menester mencionar a terceras personas… tras superar el acaloramiento inicial resolví instruirme de manera autodidacta con la intención de aprender a escribir siguiendo las normas gramaticales. No me pesa en absoluto el hecho de no haber logrado el primer objetivo, ya que gracias a ello despertó en mí la necesidad de interesarme por la escritura y la lectura.

A día de hoy, cinco años después, a pesar de que el nivel alcanzado no va más allá de ser un escritor diletante, he conseguido escribir y sacar al mercado cuatro novelas de corte realista sin que por ello tengan que estar basadas en hechos reales: Atrapados en la red, En el fondo del mar…, Víctima o verdugo y Vidas Truncadas. Y, aunque el número de personas interesadas en su lectura y las regalías o beneficios obtenidos apenas dan para salir a cenar una noche en compañía de mi esposa a un restaurante de la guía Michelin: he de reconocer que me siento pletórico por el hecho de entender que no hay mayor recompensa que la satisfacción personal, algo tan simple como fundamental para sentirse feliz y realizado.


Escribir sobre lo que te apetezca sin estar condicionado por el deseo de alcanzar la fama y/o enriquecerte económicamente, sin dejarte influenciar por el estilo ni los temas de otros autores es algo que no está a la altura de cualquiera, y eso, sin necesidad de entrar en valoraciones, quieras o no: te hace ser diferente…

*****

Gracias por la atención.
     
Saludos

domingo, 12 de febrero de 2017

Y si hablamos de escritores y objetivos…



Hacerte saber que:
La ardua tarea de escribir y los sentimientos encontrados son como el yin y el yang para el escritor novel y, por ende, anónimo o desconocido, o como mejor lo entiendas…
La energía positiva que nos genera el hábito de escribir, tarde o temprano, tiene que batallar contra el desánimo y la frustración que nos produce comprobar que las expectativas no se acercan, ni de lejos, a las conjeturas propiciadas por el convencimiento de que lo que exponemos merece ser leído. Claro, que, en ese sentido —sin necesidad de entrar en valoraciones literarias, los que estamos en minoría—, jugamos con la ventaja de saber de qué trata la obra, el porqué de su existencia y la necesidad de escribirla y hacerla llegar al mayor número de personas por el hecho de que perseguimos algo más que el mero entretenimiento. Y es por ello que te pongo al corriente de que: si me dejase llevar por las emociones y las desilusiones, es decir, si no controlase los impulsos o sucumbiera a los consejos o lógica que la negatividad y los malos pensamientos me suscitan cada vez que ofrezco la posibilidad de hacerse con cualquiera de mis novelas y los resultados me hacen ver y presentir que no les interesa la temática, posiblemente, habría desistido de alcanzar el objetivo que me incita a escribir; pero, como sé por experiencia, que ante las adversidades es cuando hay que crecerse, que las distancias largas se sobrellevan mejor pasito a pasito y que si te caes tienes que levantarte y continuar, en lugar de abandonar y lamentarte de las circunstancias y obstáculos que has tenido que sortear durante el trayecto recorrido. Y dicho esto, hacerte saber que nada ni nadie logrará apartarme de la meta propuesta y que seguiré escribiendo, leyendo e instruyéndome, mientras que mis quehaceres, la salud y el estado físico y emocional me lo permitan, porque el objetivo merece la pena, porque conservo la Esperanza y por creer en y concordar con el augurio gitano, es decir, con  el dicho tradicional en el cual se asegura que los gitanos no quieren que sus hijos tengan buenos principios, ya que eso supone que su final será desastroso.

*****
Gracias por la atención.

Saludos

sábado, 4 de febrero de 2017

Y si hablamos de los blogs y las redes sociales…


Vaya por delante que cada persona es libre de actuar y expresarse como estime oportuno, sin temor a ser reprendido ni cuestionado por estar así contemplado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y aclarado este punto, hacerte saber la razón de mi asiduidad en estos espacios:
  •  Como aficionado a la escritura, darme a conocer.
  • Como aprendiz de escritor, informarte que acepto críticas; que estoy abierto a cualquier tipo de sugerencia, siempre y cuando sirvan para subsanar los errores y superar las limitaciones actuales, es decir, solo las que conlleven una lógica argumentada y/o indicio de enriquecimiento. 
  • Como persona, no persigo ser aplaudido, elogiado, adulado ni halagado, con ser leído y hacérmelo saber a través un simple «Me gusta» me doy por satisfecho, aunque eso sí desde la sinceridad y no por quedar bien y aparecer ahí sin haber leído. No soy partícipe de seguir a otras personas para que me sigan ni estoy interesado en contar con mil seguidores, pues no dispongo de tiempo suficiente para atenderles ni visitarles. Tampoco encuentro necesario dar explicaciones ni se pone falta por la ausencia, comprendo que el tiempo libre es un bien escaso, que cada persona tiene sus prioridades y que nadie está obligado a corresponder.

Pienso que con esto es más que suficiente para que, además de concordar con lo expuesto, te hagas una ligera idea de cómo lo vivo y la finalidad que persigo.

*****
Gracias por la atención.
Saludos


viernes, 3 de febrero de 2017

Se acerca el carnaval, sé precavido y no te fies de las apariencias...


Resulta curioso, cuanto menos, la infinidad de lecturas que se pueden hacer de un texto por algo tan simple como habitual: malinterpretarlo por estar condicionado, y como consecuencia de ello, siento necesidad de escribir y hacer público algo que me llama la atención, sobremanera: se trata de la actitud de determinadas personas, pareciera como si sintieran necesidad de intervenir ante cualquier desacuerdo «chateril» y como cual caballero andante que se precie, se meten en faena tratando de denostar a quien, según sus erróneas conclusiones está menoscabando a quién pretenden hacer ver y creer —con lisonjas— que salen en su defensa porque no soportan las injusticias, cuando en realidad lo hacen para intentar difamar y ridiculizar a quien reprenden por algo que (sin ser cierto), sin ser conscientes, coincide justo con su forma de actuar. La verdad es que no entiendo a quienes haciendo alarde de sus «conocimientos profesionales» vayan más allá de lo escrito con tal de sumar puntos a su favor y ganar adeptos, aduladores, halagadores y palmeros a costa de poner al supuesto atacante a los pies de los caballos: avalando sus «brillantes argumentaciones» con reiteradas adjetivaciones despectivas, falacias, tergiversaciones y acontecimientos que son dados por ciertos porque así lo intuyen; algo que, al parecer, según su criterio: es más que suficiente. Es una lástima que quienes se sienten arropados por este tipo de «defensores a ultranza» no sean conscientes de la cruda y triste realidad. En fin, allá cada uno con su forma de ser y vivir, que, al fin y al cabo, es lo que cuenta, y no darle tanta importancia ni dejarse influenciar por lo que puedan decir, escribir o pensar terceras personas cuando estás al corriente de que la razón está de tu parte. Ya sé que tanto el escrito como las conclusiones puedan interpretarse como un acto egocéntrico, pero no me preocupa lo más mínimo, por entender que está dentro de lo razonable y concuerda con todo lo expuesto en el perfil de este blog.

*****

Gracias por la atención.

Saludos

jueves, 2 de febrero de 2017

Ante todo, Sinceridad...


Escrito el 2 de febrero de 2017

La Sinceridad en las personas es una de las virtudes que más valoro, por entender que: junto a la honestidad y el respeto forman un trío fundamental para que cualquier tipo de relación prospere y perdure.

En asuntos literarios, ser sincero no significa ni consiste en tener derecho a cuestionar, juzgar, menoscabar, reprender ni ridiculizar a quienes se exponen en público, independientemente de que se haga de forma oral o por escrito.

No entiendo ni comprendo la actitud de algunas personas que, como yo, son aficionadas a escribir y compartir escritos, pensamientos… y somos dadas a transmitir nuestro punto de vista a través de Internet. Me estoy refiriendo a quienes, de algún modo, la sinceridad les incomoda y/o se sienten ofendidos por indicarles dónde está ubicado su punto débil, ese que, de no ser corregido, además de convertirse en una fea e improductiva costumbre, les impedirá alcanzar el objetivo fijado: de manera directa.

Me entristece ver la efusividad y el afable trato que ofrecen a quienes, posiblemente, por intereses ocultos y/o ser correspondidos de igual modo, les adulan y halagan, incluso a sabiendas de los errores cometidos; entrando así a formar parte de esa espiral donde: si me sigues, te sigo, si me elogias, te elogio… algo que, antes que después, además de robarte ese bien que tanto escasea, te convertirá en una persona frívola, egocéntrica, mentirosa y todo lo que ello conlleva, incluido vivir en un mundo ficticio donde nada se corresponde con la realidad, ni siquiera la felicidad evidenciada en las respuestas. En fin, todo es respetable, y allá cada persona con su forma de ver y vivir, ya que, al fin y al cabo, ella será quien tenga que lidiar con la sobrecarga: porque en la Vida todo tiene y/o requiere un precio.

*****

Gracias por la atención.
Saludos


sábado, 28 de enero de 2017

Cuando te veas en la obligación de responder, ante todo, hazlo desde el respeto.

Rick De Las Casas Todos tus relatos terminan con "todo fue un sueño"? Eso se hace cuando no sabes salir del" fregao" en el que has metido. Búscate más recursos. Todos los títulos terminan en " - aje "? El brebaje, el viaje... 
Qué adolescente habla así? :" he adquirido 
unos boletos y he obtenido un premio ". 
Como bien dices, no sólo de libros vive el hombre, pero no sólo de buena voluntad vive quien pretende ser escritor. 
Hay muuuucho por mejorar.
Ya no me gustaResponder11 h
Francisco Izquierdo En primer lugar, agradecerte que te hayas detendido a leer ambos relatos; en segundo, es evidente que no has tenido en cuenta en qué fecha fueron escritos ni mi trayectoria como aprendiz de escritor de manera autodidacta, y en cuanto a la pregunta, decirte que el vocabulario de los adolescentes ha variado mucho en las tres décadas que median entre la actualidad y los años ochenta, que es cuando acontece el relato, además de que esta familia se desplaza desde Extremadura.
Imagino que también habrás leído el de _Tres segundos_; pero claro, de haberlo mencionado, tu argumentación se iría directamente al garete. En fin, espero que, al menos, el argumento te resulte lacónico.

Saludos
Rick De Las Casas 1. Ser autodidacta, como te denominas, es aprender de tus errores, y eso incluye tener humildad y aceptar la crítica de otros sin acritud. 
2. Lo que argumentas del vocabulario de los adolescentes es una soberana estupidez. Ningún adolescente hablaba así ni en los 80 ni ahora, ni en Extremadura ni en Zaragoza. Busca en un manual de estilo lo que significa "registro de personajes". 
3. No tengo tiempo de estudiar tu biografía, tu proceso de autoaprendizaje ni todos tus relatos. Pero aunque así lo hiciera, dudo mucho que mi argumentación se fuera al traste. Ahora resulta que para opinar de un libro o relato hay que leerse toda la obra del autor. 
4. No uses palabras de las que desconoces el significado, porque quedas bastante mal. Usas la palabra "lacónico" sin ningún sentido.
Francisco Izquierdo La verdad es que no sé en qué parte del comentario puedes haber leído algo que haya sido escrito con acritud. Imagino que habrás dado una entonación equivocada por el hecho de estar condicionado, posiblemente, por tu estado de ánimo. Y, si me permites que me salte los apartados 2 y 3; más que nada, para no extenderme, a continuación, te dejo el significado de los términos que, según tú, desconozco.

autodidacta
Del fr. autodidacte, y este del gr. αὐτοδίδακτος autodídaktos.
1. adj. Que se instruye por sí mismo. U. t. c. s.
2. adj. Propio de la persona autodidacta.

lacónico, ca
Del lat. Laconĭcus, y este del gr. Λακωνικός Lakōnikós.
1. adj. laconio (‖ perteneciente a Laconia).
2. adj. Breve, conciso, compendioso. Lenguaje, estilo lacónico. Carta, respuesta lacónica.
3. adj. Que habla o escribe de manera lacónica. Escritor lacónico. Persona lacónica.

Saludos

jueves, 5 de enero de 2017

¡Qué nadie se quede sin regalo de Reyes!




Hola, buenos días.

Con la intención de que nadie se quede sin regalo de día de Reyes, durante el día 5 y el 6 del presente se podrá adquirir en formato digital y GRATIS Víctima o verdugo, una de las tres novelas que he autoeditado.

Los hechos narrados en esta estremecedora y ficticia historia acontecen en Ecuador y el País Vasco (España). En ella se habla de temas tan despreciables como la violencia de género, los abusos sexuales y la incapacidad de contener los impulsos…
El título plantea al lector una incógnita que, a medida que vaya avanzando, le hará dudar por momentos y cuyo veredicto dependerá de la lectura que haga de la condición de cada personaje y su situación personal.
Sinopsis
Una joven de 19 años se ve obligada a abandonar su país de la noche a la mañana, prácticamente con lo puesto. ¿Qué ha ocurrido? ¿De qué huye? ¿Qué le infunde tanta intimidación para dejar atrás a su único hijo? ¿Será suficiente con poner tierra de por medio? ¿Terminará ahí su desdicha?
Si te apetece hacerte con el regalo, haz clic: AQUÍ 
Gracias por la atención, y si decides hacerte con la novela, ¡disfruta con su lectura!

Saludos

miércoles, 4 de enero de 2017

Desavenencias personales en el bosque virtual…


Escrito en 2012


Cuentan que un día se encontraban reunidos en cierto lugar las alimañas del bosque, entre las cuales destacaba gritando una vieja, fea, loca y desplumada cacatúa; de dudosa honradez. Intentando no más que ser el centro de atención. La deslenguada proyectaba ganarse los aplausos y favores de los presentes —halagadores, que no amigos—. Trataba de embaucar a los oyentes haciéndose la preponderante, ésta refería que tenía un negocio en el cual eran necesarios quince asalariados y que los días más productivos coincidían con los finales de semana.
Hasta el lugar retornó y se posó, un búho natural y curioso, que decidió observar en silencio, tratando de enterarse qué tan importante era aquello que mantenía reunidos a tan dispares especies animales.
—¿Qué haces ahí búho?, ¿te importa acaso lo que estoy contando?
—No, para nada. Estoy descansando y contemplando el paisaje, ¿acaso no tengo el mismo derecho que los demás?
Mientras esperaba la respuesta, se acercó un mosquito y le susurró al oído: «Señor búho, se dice… se comenta y rumorea por ahí, que el tal negocio, no es más que un burdel, donde esta buena señora, se lucra del dinero que sus familiares agencian tras mantener relaciones sexuales con los clientes».
—Amiga, no le hagas caso, es un viejo, desocupado, borracho y pendenciero del lugar —graznaba más que hablaba un viejo cuervo, carcomido por el rencor y la envidia que el noble y respetuoso búho producía en él.
—La verdad, es que nunca entenderé que mi presencia cause molestia a los demás, nunca he presumido de nada, y no es razonable que por el hecho de hablar claro y conciso en todo aquello que manifiesto, no creo sea motivo para que otros tengan que inventarse un pasado desagradable de alguien a quien ni siquiera conoce —aclaró el búho.
—Amigos no hagan caso, con sus insultos siempre quiere humillarnos y ser el centro de atención, una vez… fui su amiga; me marché de este sitio porque había animales que me hacían la vida imposible y gracias a él un día… retorné al lugar y cuando regresé no era la misma cría indefensa y desvalida que él había conocido. Tras mi regreso me hice amiga de mis enemigos y entonces él, me negó su amistad —hizo saber la mentirosa y arrastrada sabandija tratando así una vez más ser ella el centro de atención.
—Gozáis de la misma verosimilitud que poseen vuestras tergiversadas y malintencionadas palabras —señaló el astuto e inteligente búho.
—Búho, tendrás que reconocer que tu trabajo está siendo acaparado por nosotros y tu futuro es incierto —señaló un trasnochado, aburrido y envidioso chorlito en tono irónico; además de ser un asiduo acompañante de la asquerosa, repugnante, viciosa, vieja y desplumada cacatúa.
—Pido disculpas a todos los presentes, me excedí al referirme al búho en ese tono; pero es poco inteligente, sí se hubiese hecho amigo mío, sin mencionar profesiones, le habría ayudado a aprender a expresarse correctamente y así él podría lograr su objetivo literario. Pero es tan necio y obstinado que prefiere ir de listo, además, en otros sitios se oculta tras una careta para evitar ser conocido por quienes se acerquen hasta dicho lugar.
Al no hallar en sus provocaciones que el búho le replicara con insultos y despropósitos, era tal la excitación que le propinaba que no podía evitar que su lubricada, maloliente y transitada cloaca comenzase a gotear. Cuyos pestilentes, enranciados y vomitivos jugos vaginales, degustaba felizmente y creyendo ser el responsable, el pánfilo, promiscuo y traga babas del necesitado cuervo.
—Bravo amiga así se habla —graznaba el ponzoñoso, desvergonzado y malherido cuervo, quien justificaba su fijación y ataque contra el búho porque éste expulsó tiempo atrás a una vulgar y promiscua corneja que era cortejada por el libidinoso cuervo.
Al verse arropada por su halagador, confidente y embaucador amigo: «Amigo cuervo, por tu sapiencia y saber estar, ya te dije que para mí eres un Gran Cuervo, no como pretende ser el egocéntrico, prepotente y borracho búho… el cual cree que habla y escribe como un Premio Novel en Literatura. Cuando todo lo que tiene escrito no es más que basura» —le respondió la deslenguada cacatúa.
—Bravo amiga le has puesto en su lugar a ese zafio, necio, estúpido personaje de mal vivir con argumentos y razones, siempre se está presumiendo de que escribe y habla mejor que las personas humildes —respondió la desordenada y trasnochada comadreja desde la cama.
Desde la sierra acudió la lechuza y se unió al grupo, aunque tarde y a deshoras como siempre manifestándose a favor de todos los reunidos, pero haciendo hincapié en su estimado y lambucero lamedor de conchas desahuciadas.
—¡Te felicito amigo cuervo por ser claro y conciso! Has sido muy valiente por contar la vida de este oscuro y siniestro personaje. Y, también a ti mi estimada y querida cacatúa, se ve claramente cómo te desenvuelves hablando y escribiendo, ¡No como otros!
Animada una vez más por el apoyo incondicional de sus fieles embaucadores, halagadores acompañantes, ésta haciendo alarde de su sabiduría quiso despedirse de aquella satisfactoria reunión de una manera poética para hacer ver a todos incluido el búho, que en esta materia ella es erudita: «Cómo una pompa de burbuja… amiga comadreja eres una bruja».
Tras lo cual, todos aplaudieron y halagaron la brillantez y elocuencia que esta había utilizado para demostrarle al búho, que ella se había ofrecido para darle clases de oratoria y persuasión.
«El búho tiene el mismo derecho a ser respetado que las demás alimañas que habitan en el bosque», pienso.